Sobre la corrección de traducciones

En mi artículo anterior, Traductores venezolanos estafados por una panameña, decidí contarles sobre el caso de estafa del que fuimos víctimas mi colega Edwin Muñoz y yo. Me incluyo porque también fui afectada, ya que soy su correctora.  La corrección es otro campo profesional en el que los traductores tenemos cabida. Es por eso que en esta ocasión hablaré precisamente un poco de mi experiencia como correctora de traducciones, de cómo cobrar la corrección de una traducción y de la importancia de pasar nuestras traducciones por un filtro llamado corrector.

En mi caso, trabajo como traductora y correctora simultáneamente, pues soy la correctora de mi corrector. Sí, es que es lo usual en el mundo de la traducción: tener un compañero que corrija tus traducciones y que te permita corregir las suyas. Sin embargo, esta es una práctica a la que muchos traductores no le dan importancia, y como consecuencia pierden clientes. En mi opinión, la pena o la soberbia son dos de las razones más comunes para  que los traductores eviten la corrección; pero la verdad es que cuatro ojos ven mejor que dos. Esto no quiere decir que no debamos tener cuidado al elegir a nuestro corrector. Por supuesto, esta persona debe ser un traductor de su confianza y con excelentes habilidades lingüísticas.

Además de la pena y de la soberbia, el dinero es otra de las razones que hacen que algunos traductores eviten la corrección. Sí, señores; la corrección se paga. Muchos colegas tienen un modo de trabajo parecido al mío. Sin embargo, hay otros que lo hacen como un acuerdo o como un trueque, es decir, “tú me corriges y yo te corrijo, y nuestro trabajo es el pago”. Yo no estoy muy de acuerdo con esto porque siempre hay alguien que tiene más encargos que el otro, por ende, habrá un corrector que trabaje más que el otro. Es por eso que mi compañero y yo hemos optado por pagar la corrección con porcentajes que oscilan entre 20% y 30% del monto final de la traducción. A nosotros nos ha funcionado bien, pero sé de personas que pagan por cuartillas o por palabras del TO, así como hay quienes incluyen el porcentaje del corrector dentro de su estructura de costos a la hora de hacer un presupuesto. Como todo en la traducción, el método correcto es aquel que sea más útil para cada traductor. Lo importante aquí es tener un corrector de confianza.

¿Por qué la corrección es importante? En primer lugar, porque la corrección nos permitirá evolucionar y crecer como traductores. Si te equivocas y nadie te corrige, seguirás haciéndolo por siempre. En mi caso, debo decir que he aprendido mucho gracias a las correcciones de mi trabajo. De hecho, llevo una lista de todos los errores que he cometido en este trayecto y debo confesar que ahora me río de algunos de ellos. En segundo lugar, la corrección asegura la calidad de tu trabajo y, por ende, te ayuda a mantener tu clientela. Muchas veces, cuando los encargos se acumulan, trabajamos hasta altas horas de la noche, y puede pasar (me ha pasado) que cometas errores de sentido o de lengua que dañen el trabajo que has logrado durante el día. En tercer lugar, porque te exiges mucho más. Nadie quiere presentar una mala traducción ante un colega, porque recuerden que muchos de los encargos vendrán por recomendaciones de otros traductores.

Para finalizar, quiero reiterar que todo el artículo está basado en mi experiencia, así que si tienen alguna sugerencia sobre algún otro método para cobrar traducciones o sobre cualquier punto, háganmelo saber en los comentarios. Si no tienen corrector todavía, vayan pensando en alguien. Permítanse crecer y aseguren la calidad de su trabajo.

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